Diseño de Packaging personalizado
El packaging personalizado o embalaje de productos es el proceso de diseño, evaluación y producción que se centra en contener, proteger, informar y motivar a los posibles clientes a comprar un producto.
El packaging es un proceso creativo que se fundamenta con la sostenibilidad, con requisitos técnicos y el buen diseño. Todo ello para convertirse en un embalaje único y eficaz.
Un buen packaging personalizado debe transmitir emociones que refuerzan los vínculos con tu cliente. Debe marcar la diferencia y cumplir su función práctica.
El diseño de embalaje de un producto debería coincidir con el posicionamiento de marca y tiene que llegar y emocionar a nuestros clientes potenciales. Es por eso que debemos conocer su sensibilidad y sus gustos.
El diseño de embalaje es un elemento clave de branding y debe corresponder con la estrategia de marca y con sus valores.
No es lo mismo diseñar un packaging para un producto de consumo, como puede ser una botella de agua, que diseñar un embalaje para un producto cosmético o sanitario. Los valores a transmitir son diferentes.
El packaging es la herramienta que tiene el cliente potencial para hacerse una idea del producto. Muchas veces es el primer contacto con la marca.
El segmento del producto no es el único factor a tener en cuenta. Reflejar que el producto es más barato que la competencia, que es ecológico o que es un producto de origen, son algunos de los beneficios a los que puede dar respuesta a un buen diseño de packaging.
El diseño formal trata de reforzar aspectos prácticos como:
- La composición del producto
- El tamaño y la forma
- El peso y la densidad
- Su fragilidad y resistencia
- La capacidad de compresión y vibración
- La luz y la humedad
El diseño formal debe aportar ideas prácticas y originales para solucionar cualquier aspecto que tenga relación con el producto. Un packaging práctico facilita la vida del consumidor, y en consecuencia, se convierte en una ventaja competitiva respecto a la competencia.
Escoger los materiales adecuados y conseguir un precio unitario justo. Para garantizarlo, es necesario trabajar estrechamente con imprentas y fabricantes de embalaje y anticiparnos a posibles obstáculos en el proceso de producción. Trabajar conjuntamente con el fabricante garantiza que el diseño se haga realidad. Conocer las opciones que podemos encontrar, y hacer pruebas o maquetas, nos ayuda a concebir mejorar el embalaje.
El diseño de packaging debe centrarse en un diseño formal pero también debe dar respuesta al diseño funcional, que a la vez, puede conseguir transmitir los valores que queremos comunicar a nuestro consumidor.
Hay tres tipos de packaging que tienen una relación directa con el producto:
- Packaging primario
- Es el que tiene contacto directo con el producto.
- Packaging secundario
- Envuelve el embalaje primario.
- Packaging terciario
- Es el conjunto de cajas o embalajes que facilita la manipulación y el transporte.
Es muy importante tener en cuenta que la sostenibilidad, es un factor fundamental a la hora de concebir y diseñar un embalaje. Este hecho, puede llegar a reducir los tres niveles de packaging a uno de solo, y también, reducir los costes.